“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar de
este gris, de este hierro.
De la celda,
la yuta, los bondis y el encierro.
Los odios,
los sapos, los engomes y los castigos.
“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar de
ése cielo y todo el asfalto.
De los gritos,
la noche, lo oscuro y lo muerto.
Los muros,
los golpes, lo tarde y lo esquivo.
“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar de
los soles de patios estrechos.
De los
buzones, lo injusto, los llantos y el frío.
La gorra, las
bajadas a cancha, los fiches y los colinos.
“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar de
las bestias que anidan más sangre.
De las púas
en alto, la crueldad, la miseria y el hastío.
La astilla
no dada, el corchito perdido, el embroyo vacío.
“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar de
la tumba y lo lejos del río.
De ese
fuelle que quema y no abriga.
Los
mangangá, la marmita con sobras, la palmera vacía.
“Les convido
a creerme cuando digo futuro”
A pesar del
presente perpetuo y maldito.
De este
ahora impreciso y cautivo.
Los deseos
presentes de que anden conmigo.
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